Si bien se acercan los fríos, después de una rica comida necesitamos algo fresco.
Les contamos esta receta sencilla pero deliciosa:
Necesitamos un pionono casero o comprado cortado en dos rectángulo; dulce de leche de pastelería con el que lo untamos abundantemente y formando un emparedado, el helado que puede ser de vainilla o granizado. Cuando el postre esta armado: un baño de chocolate. ¡Mmmm!
Los dulces nos acompañan en forma ancestral, ya en la Biblia hay menciones de la miel y las frutas secas. El sabor es uno de nuestros queridísimos cinco sentidos, y a él le debemos los kilos de más, los kilos de menos y hoy, le debemos la frase “me gusta”, cuando hacemos lo que nos da la gana o vemos en las redes sociales algo que aprobamos. Aquí Marta y Alejandra, compartimos los dulces placeres que nos hacen la vida más amena. ¡Los invitamos a saborear!
¡Qué rico todo! pero no termino de entender dónde va el helado...
ResponderBorrarJeje!! Es que de las ganas de comerlo parece que lo olvidamos!!
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